Nada que decir... bueno, quizás si

Hola amigos lectores.

En estos días de retiro estival me he planteado dedicar parte de mi tiempo a este blog que ayer descubrí tan abandonado que hasta me avergoncé.

Muchos llevan tiempo metiéndome caña pidiéndome post nuevo, otros no (silencio elocuente).

Una opción siempre válida es recurrir a mis Obras Incompletas y sacar algo a medio terminar, sin corregir, para llenar un hueco, pero no siempre me convennce la idea (ciertos rellenos no son de mi agrado si lo de dentro no es natural)

También pensé en colgar el Cerrado por Vacaciones al más puro estilo Gasset Dubois o como ha hecho mi amigo Altovolteño (de forma muy semejante).

Ahí va mi intento de emulación (tratad de recordar la forma sí-lá-bi-ca de hablar del Sr. Gasset mientras dibuja con su cabeza triángulos en el aire):

"Llegó la pausa veraniega

Tiempo para disfrutar de la familia, si tal cosa es posible, parientes lejanos o incluso de algún ser querido.
No se dejen tentar por la oferta cinematográfica, cuanto menos deplorable, de cada verano y sucumban, si es preciso, a la tentación de Onán con tal de permanecer alejados del televisor.

A continuación, y tras lavarse las manos, lean un buen libro, paseen por un paisaje deshabitado y degusten un buen plato olvidando que todo lo placentero es efímero y que en breve volverá la rutina a sus míseras vidas de mierda.

Hasta entonces, muchos besos y feliz semana"

Pero no... hoy he recibido un tentador mail que quisiera compartir y abrir un debate, así que... no me despido.

A quienes os marchéis de veraneo o, al menos paséis un tiempo fuera, disfrutad todo lo que podáis, hijos míos; a los que aún os queda tiempo para escapar, tranquilos, que todo llega en esta vida.

Nos vemos en los centros comerciales, que es donde se puede estar fresquito estos días.