Este post lo empecé a finales de Agosto de 2006... quedó a medias y lo rescato ahora que, tras horas escuchando un disco de los Beatles y escribir una crítica bien completa... todo lo que he escrito se ha ido a la porra por alguna razón al intentar incluir una imagen o vídeo; así que, antes de jurar en arameo o liarme a leches con el ordenador, he decidido aprovechar el tirón y escribir algo.
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Me gusta el jurgol?
Una noche en el circo
Una noche en el circo
Sabrán quienes me conozcan más o menos bien que no soy precisamente un gran aficionado a los deportes de ningún tipo... digamos más bien que los evito cuando son retrasmitidos por televisión, no así mi hermano Fernando (que no sale por televisión pero le evito igualmente). No, en serio... él se traga deportes de cualquier índole, desde los olímpicos hasta los campeonatos Inter-asilos de petanca del parque.
Esto hoy en día no es un problema... tiene casa y tele propias, pero cuando en verano sólo había una televisión en casa rezaba porque no fuera el verano del mundial ni el de las olimpiadas... luego dijo el programador:
"Creced y multiplicaos, y llenad las cadenas privadas de deportes antes considerados menores"
Hoy en día quién no entra en un bar un domingo por la tarde y pregunta:
"¿Qué ha hecho Alonso?"
Pero no siempre ha sido así mi relación con el deporte...
Cuando era joven (dijo Juanjo enconrvado sobre su bastón mientras mesaba los blancos cabellos de su barba...) jugaba al fútbol en el patio del colegio, metía algunos de los goles de mi equipo (atribuídos por alguno a que como usaba botas ortopédicas para mis plantillas tiraba más fuerte... ingénuos... todo consistía en no bajar nunca a defender y quedarse de charla con el portero contrario).
Incluso, viéndome dar algunas patadas a un balón en el patio de casa, mi vecino de arriba, que trabajaba para el Real Madrid, me dió una solicitud para rellenar, e hice la prueba para los alevines del equipo blanco... de aquella tarde saqué que vi en persona a Antonio Martín y a Iturriaga cuando éste segundo era jugador de baloncesto y el primero un guaperas ídolo de niñas. Su hermano Fernando vivía y Romay estaba en la enfermería (con las ganas que tenía de haberle conocido).
Pasó el tiempo y seguí con mi actividad futbolística a nivel de patio de colegio sin pretender llegar a más.
En cuanto a tendencias, sin preguntarme por qué siempre fui del Madrid.
Con el tiempo fui descubriendo a gente que se declaraba Atlética y Antimadridista (conceptos que suelen ir parejos) así que me declaré Antiatlético, pero esto no me convenció... el fútbol me empezó a decepcionar y terminé por considerarme antifutbolístico y antideportivo en general.
Ya definidas mis ideas decidí considerar el deporte como un acto social, la ocasión perfecta para reunirme con mis amigos de siempre para ver un partido, sobre todo durante los mundiales, o para jugar una pachanguita al dejar el colegio, por mantener el contacto con los amigos de siempre y, cada vez menos, mantener la forma física.
En cuanto a lo segundo (mi forma física tiende a la esfera, qué pasa... ¿no es una forma?)
Durante años quedamos para jugar de cuando en cuando, cada vez con menos frecuencia y menos afluencia de personal, hasta que llegaron los "Delicias Sisifaifers" (Delicias 65ers).
Un compañero consiguió unas camisetas en un concurso y con la excusa formamos un equipo de futbol sala y nos metimos en una liguilla de barrio... aún recuerdo nuestra primera derrota contra los "Raspanchoa" y olvidé las sucesivas desde entonces.
Tras el éxito cosechado colgué la camiseta (en realidad tuve que devolverla) tras aquella primera temporada, y desde entonces el fútbol ha ocupado un hueco en mi vida junto a mi afición por el macramé, el punto de cruz y los puzzles... archivado en la P de papelera. Con puntuales excepciones como algún partido de este último mundial más como excusa para que nos dieran una tarde libre en el trabajo que por ver el partido en sí (y no nos dieron la tarde libre en el trabajo... y España no volvió a ganar un solo partido del mundial... al siguiente perdió y les mandaron a casa).
(...tras esta breve introducción autobiográfica... vamos al lío)
Pues bien... teniendo en cuenta los contactos de una compañera de trabajo con el Real Madrid, el lunes me dijo: "¿Quieres entradas para el partido del miércoles?"
Y yo, que no había entrado a un estadio más que para ver un par de conciertos o en una ocasión para visitar la sala de trofeos del equipo blanco en compañía de mi jefe ya que andábamos por la zona... pues dije que si. Total, siendo gratis...
El partido era el típico de autobombo de petemporada, la final del "Trofeo Santiago Bernabeu" o lo que es lo mismo... un partido de "qué buenos somos y qué equipazo tenemos (y hemos convencido a un equipo de fuera para que pierda contra nosotros y que nuestra imagen salga favorecida)"
Ha pasado el tiempo y he olvidado algunos detalles, pero hay cosas que aún recuerdo.
Puede que el partido fuera conta el Anderlech (no estoy muy puesto pero no me suena que haya sido nunca un equipo menor... más bien al contrario).
La entrada al estadio fue imponente... las luces, el verdor brillante del campo, los marcadores electrónicos, la vigilancia...
Ocupé junto a mi hermano Fernando un par de asientos tras la portería contraria (considerando que yo fuese con el Madrid, se entiende) a cierta altura (segundo anfiteatro) y disfrutamos de buenas jugadas, pases memorables, asistencias estudiadas y hasta algunos goles sin mayor problema mientras los visitantes hacían lo que podían.
En poco tiempo en la primera parte los madridistas cosecharon los dos primeros tantos (y unas cuantas oportunidades más). Raúl, Roberto Carlos, Guti... "la quinta de los pijos" y algunos más nuevos (para mi) como Michel Salgado... se portaron (el mejor Roberto Carlos en mucho tiempo, un Michel Salgado entregadísimo....) merecía la pena ver el espectáculo, incluso se pudo ver alguna demostración de virtuosismo... eso que no se ven en los partidos de verdad, pero algo cambió cuando hubo que sacar un corner...
...sin fijarme en quién lo iba a sacar noté que miles de flashes se empezaron a disparar sin motivo aparente en la esquina donde estaba el balón.
La razón era evidente. El pié que llevaría a cabo el lanzamiento era propiedad de David Beckham, y cientos de enfervorecidas fans del inglés estaban ahí para no perderse el momento.
Entonces ví que estaba en un circo. Y unos disfrazados de leones, y otros de payasos, representaban un show previamente preparado.
Tras los dos primeros tantos del equipo anfitrión se replegó y se dedicó a dar pases de banda a banda sin avanzar, de forma que los últimos 15 minutos de la primera mitad y la segunda al completo fueron prescindibles salvo por un gol del equipo visitante (por eso de la honrilla de "vamos a dejarnos ganar pero al menos un gol os marcamos").
Victoria madridista al final, como era de esperar, todos felices recibieron una copa que en toda la historia del trofeo no creo que haya salido mucho de casa, fotos a los "galácticos" cuando asomaban por las bandas y punto final.
Curioso el despliegue de seguridad en un momento dado cuando fueron desfilando cantidades de personas que se pusieron mirando al público formando una línea impenetrable.
Poco después supe que el primer partido de liga del Madrid fue una vergüenza, y desde entonces no recuerdo haber oído nada excesivamente favorable que me haya hecho prestar más atención a la tele que a cualquier otra cosa que pudiera estar haciendo en ese momento.
¿El Fútbol? (puede que en concreto el nacional o, más en concreto aún, el del Madrid)
Sigue siendo una ocasión para tomar unas cañas con amigos y poco más.
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Con respecto al disco del post perdido: era el LOVE de The Beatles... y la conclusión era:
The Beatles: LOVE
Otra vuelta de tuerca al tornillo infinito
Otra vuelta de tuerca al tornillo infinito
¿The Beatles o THE RUBBER BAND?
¿Cuánto puede dar de si la escasa producción de los 4 de Liverpool que tienen una historia de 1962 a 1970 y más de 90 recopilaciones "oficiales"?
Lo peor es que el nuevo producto es un disco a base de mezclas de canciones (en plan 3 en 1 o más...) y que el responsable es el que fue artífice de buena parte del sonido de los beatles...
George Martin, que mientras los cuatro muchachos se desmelenaban cada vez más no se llegó a despeinar mientras satisfacía los caprichos musicales de los Beatles y redondeando las canciones hasta convertirlas en las obras de arte que se publicaron finalmente... es ahora el que se dedica a remezclar y hacer extraños combinados como un niño que se ha metido en el estudio con las cintas originales y se ha puesto a jugar con ellas.
Si te gustan los Beatles, les conoces bien y has seguido su trayectoria, no te compres este disco, bájatelo de la red y escúchalo por curiosidad, es interesante.
Si no conoces a los Beatles y quieres acercarte a ellos para aprender algo más, no lo hagas a través de este disco y vete a la fuente original.
Este disco es como la Venus de Milo con los brazos del David de Miguel Angel y las alas de la Victoria de Samotracia para el que quiere aprender sobre escultura.
Estamos llegando a un punto en que el producto de los Beatles que hay en el mercado es una perversión de enésima generación del hijo bastardo del original.
8 años de grabaciones, 5 películas, los singles, los Anthologys y poco más son los Beatles, el resto... una máquina de dar dinero que desde hace años se repartían entre Yoko Ono y Paul MacCartney alterando publicaciones de Lennon y los Beatles respectivamente, y que este año ven a George Martin y a la ex-Señora de Lennon apuntándose para pillar su parte del pastel.
Si bien en el caso de Martin algo hay de un proyecto serio para el Cirque du Soleil que andan por ahí con un espectáculo con música de los Beatles, tras escucharlo dudo que todo el disco tenga esa finalidad.
Como dijeron los Rutles: "All you need is cash"